Cavilaciones

Cavilaciones

Otra violencia… otra impunidad

El 25 de febrero escribí un post en facebook en el que denuncié los abusos sexuales que Juan Borea Odría me hizo cuando era niño. Así comenzaron dos días de mucho miedo, estaba convencido de lo justo de mi denuncia, pero no estaba para nada seguro de las consecuencias, menos aun cuando salieron personas a defender a JBO y me amenazaban con una denuncia por difamación.

Todo cambió al final del segundo día, cuando otras víctimas decidieron también publicar sus propios testimonios… ya no estaba solo, ya no era el único, ya no era solo mi voz contra la de JBO con toda la desventaja que eso implicaba. Éramos muchos quienes no pudimos hacer nada de niños, pero que de adultos alzamos la voz para decir basta.

En esos primeros días todo era desconcierto y no saber realmente hacia donde encaminarnos. Siento que hablo por todos cuando digo que hubo dos cosas que más nos impulsaron a seguir: por un lado, los asquerosos pronunciamientos de JBO, donde un “educador”, como lo que suponía era, aceptaba que durante una etapa de su vida le había pedido a algunos niños que se quiten los zapatos para hacernos cosquilla, pero que no tenían connotación sexual, y lo peor, que no sabía del daño que nos hacía; por otro lado, la reacción del colegio, en tanto institución, fue de lo más deplorable. Ninguno de nosotros recibió ningún mensaje de su parte, ninguna muestra de solidaridad, de mea culpa, de autocrítica, porque, al fin y al cabo, todo lo que nos hizo JBO pasó dentro de una institución educativa. Podríamos aceptar que nadie se dio cuenta, que nadie nunca creyó que JBO fuera capaz de tales hechos, pero no podemos aceptar la actitud que han tomado luego de conocerse la verdad.

Mi historia personal y familiar es conocida desde antes de la denuncia, llevo años denunciando la tortura y asesinato que sufrió mi padre por ser militante del MRTA. Lo hice notar desde mi primer post porque sabía que lo usarían para invalidar mi justa denuncia contra JBO. Me cuestionaron mucho el por qué demoré tanto en denunciarlo, o porque lo hice por facebook y no por una vía legal. Intentaré brevemente responder.

JBO fue para mí una especie de salvador, fue quien me permitía estudiar en un colegio como el “Héctor de Cárdenas”, fue quien cuando no tenía ni un sol, me daba para comer algo o para tener pasaje para volver a mi casa. Todo eso mientras me usaba para su placer. Lo he dicho, lo primero que tuve que hacer para poder denunciar algo que nunca debió pasar, fue romper con esa imagen.

¿Por qué no lo hice por una vía legal? Repito… llevo años denunciando la tortura y asesinato que sufrió mi padre por ser militante del MRTA. Con este precedente y en relación a mi denuncia vía redes sociales, ¿alguien puede criticar que mi primera reacción no fuera acercarme a una comisaría y denunciar después de más de 20 años que un hombre había abusado sexualmente de mí cuando yo era un niño? ¿Creen que eso hubiera permitido obtener algo de todo lo que se ha logrado? ¿No creen que, así como muchos, la policía me hubiera demandado pruebas? ¿No creen que, así como muchos, hubieran desestimado mi historia porque, claro, ya pasaron muchos años, cuando menos eso ya prescribió?

Lograr esta denuncia legal ha sido un proceso complejo y muy duro. No ha sido fácil para nadie y mucho menos para los ocho que finalmente hemos logrado concretarla. De lo que sí estamos seguros es de que todo lo que venimos haciendo desde hace ya casi siete meses ha contribuido, en primer lugar, a que ningún niño sufra lo que sufrimos en manos de JBO. Tenemos todo en contra: una institución educativa que ante, quizás, el reto más importante que le ha tocado afrontar, solo ha optado por el silencio y la complicidad. Una legislación que, cuando menos, augura la impunidad por la prescripción del delito. Ante una situación así, nuestra mejor opción es la sociedad, es la condena y presión social, que hoy por hoy es la mejor vía para poder lograr cambios a nivel legal, y que personas como JBO cumplan una condena penal, como corresponde para hacer justicia.

También hay cosas positivas, creo que la principal es cómo la gran mayoría de lxs exalumnxs del “Héctor de Cárdenas” han hecho y siguen haciendo todo lo que está a su alcance para que haya justicia. A esto se suma lo logrado en el Congreso, donde se acaba de aprobar la conformación de una comisión para la investigación del caso Sodalicio que contemplará el caso JBO. Todxs estamos comprometidos con esta lucha para que ningún niñx vuelva a sufrir ningún tipo de abuso.

Me reafirmo en lo dicho anteriormente: sé que sirvió este valor que tomamos para denunciar, pero lo que se logre con esa denuncia no dependerá solo de las víctimas, sino de todos y todas.

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