El retorno aun cuesta, aun duele. Aún sigue ahí presente, indomable, esa sensación de no ser ya de aquí ni de allá, saber que había que irse, saber que había-quería volver y saber también que ya no es lo mismo, ya no será lo mismo.
El retorno aún duele, porque yo pensé que era diferente, que había cambiado para bien. Sin saber que terminó siendo para mal, porque impones de alguna forma eso que entiendes que está bien, sin antes darte cuenta, cómo son, qué quieren y hacia dónde van.
El retorno aún duele, y duele mucho, porque dejaste a la familia, porque te alejaste y fue tan lejos esa lejanía, que genero una distancia a pesar de volver a vivir ahí juntxs. Duele, hermana querida, saberte tan cerca, saberlos tan cerca a todxs y sentirme tan lejos. Qué pasó en ese camino, cómo esas millas que se fueron acortando, sin darnos cuenta también nos iban alejando, mientras más cerca te tenía, más lejos te sentía.
El retorno aún duele, y la sensación casi eterna del irme, agobia, sofoca, empaña mi alma, con lagrimas internas. Irme o no irme, esa es la cuestión, irme de casa, irme del país, irme irme irme!!!! Para siempre soñar con volver que es más dulce que el volver. Más dulce sensación es querer hacer algo que el hacerlo, podría ser diferente?
El retorno aún duele, porque sientes que no terminas de encajar, porque no terminas de sentirte bien en ningún lugar, porque tu desarraigo y desapego se generaliza, porque lograr nuevamente todo tipo de relación cuesta, porque vives en un pasado “perfecto” que te hace no amar el presente, y sólo vives soñando en un futuro mejor.
el retorno aun duele y al parecer dolerá
o quien sabe!!!! 🙂