La educación popular, como propuesta político pedagógica, permite, integrar en los procesos de defensa territorial, las cosmovisiones y el conocimiento local de las poblaciones que los habitan.
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Este artículo «Los procesos de educación popular en la lucha por la defensa de los territorios en Guatemala» apareció en francés en la revista Antipodes N° 236 «Paulo Freire hoy«
En noviembre se realizó el primer encuentro de la Red Tricontinental de Educación Popular, de la que hacen parte ONG del Bélgica, el Congo y Guatemala. Esta red tiene el objetivo de intercambiar experiencias, prácticas y reflexiones, de los procesos de educación popular que cada organización desarrolla en sus países. Aprender colectivamente de las experiencias de cada una de ellas. En ese marco conocimos la experiencia de lucha frente al despojo de tierras/territorios y por la defensa de los territorios guatemaltecos de la ONG SERJUS. En las líneas que siguen hemos intentado describir sus luchas y las reflexiones que nos inspira.
Los despojos de tierras/territorios
Las sucesivos despojos, las guerras, la violencia, han buscado la eliminación total de la población indígena. Eso responde a todo el colonialismo y racismo que aun vivimos. Quieren desaparecer, quitar de la vista y del imaginario social a los pueblos indígenas, no solo por serlo, sino por todo el conocimiento y por toda su lucha. No los exterminaron en la invasión, y no lo han hecho aun. Entonces ese es el temor que le tienen.
Así empieza Vilma de SERJUS nuestra conversación. Temor a la existencia de los pueblos indígenas, parece que nos quiere decir ella cuando nos describe la situación que viven los pueblos indígenas en Guatemala. Nos dice también que no es de ahora esta situación, que el despojo de tierras/territorio ha sido un proceso que comenzó con la invasión y conquista de los españoles, el primer genocidio, como ella nombra este periodo. La independencia y el nacimiento de la Republica de Guatemala no cambió la situación de los pueblos indígenas, pero esta vez era el gobierno de Guatemala quien se apropiaba de las tierras e intentaba legalizar este despojo vía reformas liberales. Hoy, con la llegada del neoliberalismo, son las empresas transnacionales, sobre todo las extractivas[1], quienes se apropian de las tierras de los pueblos indígenas, bajo el amparo de los sucesivos gobiernos.
Guatemala es un país con una población de 14.9 millones de habitantes, de los cuales 6.5 millones (43.75 %) pertenecen a los 22 pueblos Mayas, además de los pueblos Garífuna, Xinca y Creole o afrodescendiente[2]. Además está ubicado en el corredor biológico mesoamericano, que concentra el 12% de la biodiversidad del planeta. Es por ello que genera mucho interés en las empresas trasnacionales extractivistas (minería, petróleo, gas natural, materiales de construcción); por los agro negocios (caña de azúcar, aceite de palma, agrodiesel, agroetanol, café, banano, transgénicos); Megaproyectos (hidroeléctricas, mega carreteras para comercio y turismo, sector eléctrico, telecomunicaciones). Ese modelo económico exige una mayor concentración de la propiedad y tenencia de la tierra, lo que muchas veces logran despojando las tierras/territorios de los pueblos indígenas.
El proceso histórico de despojo de tierras/territorios, no ha significado solamente la apropiación de tierras. Ha sido en cada momento un proceso por el cual, a los pueblos indígenas se les ha impuesto de forma violenta un sistema económico, político y social. Entonces estamos hablando de un proceso que comienza por la apropiación de tierras, pero que termina destruyendo lo que ahí había antes ahí: un territorio conformado de relaciones socio ecológicas, destruyendo así el tejido social existente, los lazos comunitarios. Esta destrucción rompe el equilibrio existente, y por ende, genera desequilibrios ambientales y sociales.
Todo ello también implica la pérdida de los saberes que se crearon ahí, saberes locales construidos a través del vivir el territorio. Por eso nos parece clave tener en cuenta como los pueblos indígenas entienden lo que son los territorios, para entender la magnitud de lo que implica el despojo de tierras/territorios.
Territorio, nosotros/as no hablamos del territorio como uno, hablamos de los territorios, estamos hablando de la naturaleza, bosques, ríos, animales. Pero también hablamos de los cuerpos de las personas y de las mujeres, hablamos de la memoria, de los derechos. Lo entendemos, el territorio, en esas relaciones de vida, de cotidianidad. Escuchando a Vilma recordé una bonita frase del geógrafo brasileño Porto-Gonçalves “…es preciso considerar que cada sociedad es, antes que nada, un modo propio de estar junto (proxemia), lo que implica siempre, que toda sociedad, al instituirse en tanto tal, lo hace construyendo su-espacio, su territorio, no cabiendo, pues, una separación entre lo social y lo geográfico”[3]. Todo eso es lo que se destruyen cuando se despojan tierras/territorios.
SERJUS y la defensa de los territorios
La forma en que los pueblos indígenas sienten y comprenden los territorios, de vivirlos, de sentirse parte de y no de sentirse externo, es una visión que entra en contradicción con ese modelo extractivista que ve en los territorios solo una fuente de recursos, de materias primas para la producción industrial, es decir un lugar del cual solo se extraen alguno de sus elementos. Estas diferencias históricamente han generado conflictos entre los pueblos indígenas de un lado, y los gobiernos y las empresas transnacionales del otro. En muchas ocasiones el resultado ha sido el despojo de tierras/territorios.
Toda esta situación motivó a que SERJUS asuma la defensa de los territorios como una línea central de su trabajo. Desde el inicio la esencia ha sido trabajar con las comunidades indígenas para dar una lucha frontal contra toda la oligarquía, el racismo, colonialismo y la desigualdad. Eso sigue impregnado en SERJUS. Eso nos lo transmitieron los dos que iniciaron la asociación, y pues luego hemos ido llegando muchos que nos vamos identificando con la mística del trabajo pero también con el sueño de transformar la realidad desde romper con el patriarcado, el capital y el colonialismo.
SERJUS es una asociación que nace como una consultora de los abogados Manolo y Lázaro García García el 25 de noviembre de 1987. En esa época, varios grupos y dirigentes rurales, solicitaban apoyo para sus esfuerzos en su recuperación física y espiritual, ante el desgaste provocado durante los años de violencia y represión que implicó el conflicto armado interno, cuyos efectos negativos en la agudización de la opresión y la explotación, les afectan todavía grandemente.
En estos tiempos, la defensa legal fue central, puesto que el despojo de tierras implicaba una serie de violaciones a los derechos de los pueblos indígenas. Como nos dijo Rommel, actual abogado de SERJUS, uno de los primeros derechos violados es el derecho a la propiedad, pues En derecho registral, el primero que inscribe sus derechos es quien tiene la propiedad. A través del despojo, se robó tierras, sin respetar ninguna ley, y menos los títulos de propiedad. Y luego han tratado de legalizar todas estas acciones. Y nosotrxs mediante la investigación de archivos y leyes, estamos demostrando, que los pueblos tienen derecho sobre esas tierras. Esa es parte de la lucha jurídica.
Pero la lucha jurídica va más allá, puesto que lo que está en juego es el derecho a la libre determinación de los pueblos, es decir que los pueblos originarios puedan definir ellos mismos sus formas de vida, su organización social, económica y política. Esta realidad es contradictoria con la legislación nacional e internacional que reconocen las formas de vida de los pueblos originarios y sus derechos al territorio, sin embargo estas no se cumplen y entran en disputa con el extractivismo y toda la legislación que promueve estas actividades que si es promovido y defendido desde el Estado. Se trata entonces de una lucha legal que se articula a luchas mayores que buscan la valoración de las formas propias de organización, la lucha por hacer funcional el sistema de los consejos de desarrollo y la descentralización, en la alianza con las organizaciones sociales locales, pueden generar procesos más amplios de articulación territorial y sectorial, hacia la construcción democrática del país y su desarrollo integral, sentencia Vilma.
Es en ese marco, en los procesos de defensa de los territorios, en que la educación popular cumple un rol fundamental para SERJUS. Pues no se trata solo de una lucha por el reconocimiento de los títulos de propiedad. Se trata de eso, de defender todo lo que implica el territorio, un conjunto de relaciones socio ecológicas, de cotidianidad, relaciones comunitarias en el territorio que han construido cosmovisiones y saberes producidos por el vivir el territorio. El problema es que toda esta riqueza y diversidad creada, ha sido, a través de los sucesivos despojos de tierras/territorios, invalidado, menospreciados, atacado, al punto que hoy de lo que se trata incluso para los pueblos indígenas es de revalorizarlos, de re apropiárselos.
La educación popular, como propuesta política pedagógica permite, en los procesos de defensa de los territorios, la revaloración de las cosmovisiones de los saberes locales. Esta propuesta propone una metodología que parte de revisar nuestras prácticas para aprender de ellas. Y es muy interesante como en el proceso que llevan a cabo los pueblos originarios desde la educación popular, este revisar nuestras prácticas, se realiza enmarcado en procesos históricos de larga data, pues estas comunidades se sienten parte de una historia que remonta a antes de las colonia, a los pueblos mayas antes de la invasión y conquista.
Así mismo, desde esta misma propuesta el componente política motiva a organizarse para defender los territorios, es por ello importante la participación en proceso de formación política pedagógica que conlleva todo un trabajo ideológico y político – organizativo que permita romper con la opresión, dominación, exclusión y el pensamiento único impuesto por el sistema capitalista, patriarcal y colonial, para generar un pensamiento crítico y liberador en favor de los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas, la reconstrucción comunitaria, la reconstitución de los pueblos y la construcción del Estado Plurinacional. Nos dicen Vilma y Rommel, mostrando toda las riquezas de los procesos de defensa de los territorios que articula la lucha jurídica y la lucha política pedagógica de la educación popular.
Como anota Rommel, la revaloración de los saberes ancestrales, de las cosmovisiones mayas no es puro romanticismo. En estos procesos de EP vamos rompiendo con una mirada romántica de los pueblos indígenas. Romantizar y decir que todo está perfecto en los pueblos, y entonces como desde el enfoque de género, como se cuestionan las prácticas patriarcales, machistas. Entonces se va generan una mirada crítica de nuestras propias prácticas, para mejorarlas. Como dice en una de sus canciones Rebeca Lane: «Cuestionando… lo heredado, lo adquirido y lo impuesto por igual»
Las experiencias y prácticas de SERJUS y de las comunidades mayas con las que trabajan muestran por un lado la complejidad de lo que significa defender los territorios, que es la defensa de formas de vida, de cosmovisiones. Muestra que es una lucha que integra y articula diversas formas de pensar y actuar, como pueden ser la lucha jurídica más desde un marco de pensamiento occidental, y la revaloración de los saberes ancestrales, en un diálogo de saberes promovido por los procesos de educación popular. Todo eso en su conjunto es, como dice SERJUS mismo, un factor clave para la resistencia y la generación de poder de la mayoría de la población, no solo política e identitaria, sino también orientadas hacia la soberanía alimentaria y la defensa del territorio, buscando garantizar la subsistencia material, mediante la organización de las economías locales y la construcción de una sociedad equitativa y justa.
[1] El extractivismo es un tipo de apropiación de recursos naturales en grandes volúmenes y/o la alta intensidad, donde la mitad o más son exportados como materias primas, sin procesamiento industrial o procesamientos limitados Eduardo Gudynas.
[2] https://www.iwgia.org/es/guatemala/4789-mi-2022-guatemala.html
[3] Porto-Gonçalves, Carlos Walter (2013). Territorialidades y lucha por el territorio en América Latina. Geografía de los movimientos sociales en América Latina. Venezuela: IVIC.